viernes, 3 de marzo de 2017

ACOSADORA EN LA CLASE DE MI HIJA

Hoy me toca ponerme seria porque el tema del que os voy a hablar es delicado y muy serio.

Hace unos días publiqué un post hablando de la gran responsabilidad que tenemos los padres frente al acoso escolar.
En él explicaba el caso de una niña de la clase de mi hija la mayor que está en tercero de primaria. Esta niña es una acosadora en potencia desde P3. Yo me creía que la cosa estaba calmada, pero al parecer no es así.

Hace unos días me dirigía a llevar a mi hija a una fiesta de cumpleaños. Y sin que viniera a cuento me dice  que, Alba, la niña acosadora, tiene problemas con toda la clase.
Me dijo que con ella no suele meterse, mi hija tiene un carácter fuerte.

Ese mismo día durante la fiesta, varias mamas nos sentamos a hablar mientras nos tomábamos un café. Y una de ellas nos explicó que que su hija llevaba días tristona, lloraba por todo y no quería ir al colegio. Y al preguntarle su madre que le pasaba no quería contárselo.. Hasta que al final consiguió que le explicara que Alba, la misma de siempre, la insulta,  le tira del pelo, la da empujones, le pega patadas a la mochila, la humilla...

Esta madre, preocupada, se fue a hablar con el colegio y allí le confirmaron que esta cría tiene problemas con otros niños de la clase. Que iban a tomar medidas.
No sabemos que medidas han tomado porque no han servido de nada.

El viernes mismo otra niña salió del colegio llorando. Porque Alba, a parte de hacerle todo lo que os he contado que hace, cuando lo cree conveniente llama a su hermano mayor, otro matón como ella, y el valiente niño se mete con las niñas más pequeñas.

El padre de la última niña que se ha sentido acosada, va a tomar cartas en el asunto. Yo misma, cuando vi el escrito que puso en facebook explicando el problema, le respondí que tiene todo mi apoyo.

A día de hoy no es mi hija la que siente acosada, pero mañana quién sabe. es algo que nos afecta y preocupa a todos los padres de la clase, y del colegio, porque tres cursos más arriba está el hermano actuando de la misma manera.
Este padre me comentó que hoy iba a hablar  muy seriamente con el colegio, y que depende de la respuesta iría a poner una denuncia por acoso, en el departamento de educación que llevan los temas de bullying. varios padres y madres les hemos mostrado nuestro apoyo, porque creemos que hay que tomar medidas muy serias con estos niños. Y viendo el pasotismo de sus padres, hay que actuar ya!

No me entra en la cabeza que a una madre le digan que su hija está humillando, insultando y pegando a otras niñas, y que le de absolutamente igual. Porque lo único que le preocupa  es que su hija sea la más pija de la clase y se sienta superior a los demás.

Así que veremos como avanza la cosa. Pero los padres estamos dispuestos a luchar por el bienestar de nuestros hijos,  y no permitir que la pequeña tirana inadaptada les amargue el día a día.

Me decía la mamá de esta última niña agredida que no piensa cambiar a su hija de colegio, que si alguien se tiene que ir son los acosadores.


jueves, 2 de marzo de 2017

MIS 24H DESCONECTADA DE LAS REDES

Hace unos días acepté el #retobloggers que consistía en pasar las 24 horas del día 1 de marzo desconectada de las redes sociales.
Parece fácil, pero no lo es. Y es que vivimos conectados permanentemente.

Así que me levanté ayer, 1 de marzo, súper predispuesta a cumplir mi reto.
Dejé el móvil sobre la encimera de la cocina y me dispuse a preparar mi fiambrera y los desayunos de las niñas. Y allí estaba él, mirándome con pena, porque no lo cogía para hacer el mini repaso matutino. Pero no, debía cumplir con mi reto.

Total, que entre levantar a las niñas, desayunar, y prepararnos para irnos, nos plantamos a las ocho menos veinte de la mañana, ya listas. Algo impensable los otros días. así que el primer apunte es que sin conectarme a las redes sociales tengo más tiempo para lo realmente importante a esas horas. Y nos sobraron veinte minutos para sentarnos a charlar tranquilamente mientras llegaba la hora de irnos al colegio.

Durante toda la mañana, en el trabajo, eché en falta el ir chafardeando las novedades de las redes. El ponerme al día de todo. El tener esos minutos que dedico a desconectar del trabajo y evadirme un poco. Así que mientras me tomaba el café de las 12, hora en la que normalmente hago un buen repaso a twitter y Facebook, por ejemplo, pues me dediqué a pensar en mis cosas, en mis proyectos, en mis buenos propósitos para este año que hemos empezado. También es positivo poder tener esos momentos para una misma, para reflexionar, y divagar un poco sobre lo que sea, sin tener el teléfono constantemente en la mano.

A la hora de comer aproveché para leer un poco por internet sobre cosas que puedo mejorar en mi blog. Sólo me permití el lujo del whatsapp y del meil.

Ahora, lo mejor fue por la tarde. Cuando llegamos a casa con las niñas, merendamos tranquilamente. Y después pudimos estar las tres jugando. Les dediqué el 100% del tiempo, sin estar mirando el móvil. Y fue genial. Tiempo que pasamos la tres sin pensar en nada más que no fuera jugar y reír. Sin pensar en coger el teléfono, si tengo notificaciones, si fulanito me ha dicho tal, etc.

Fue un día de desconexión total. Tanto, que incluso cuando nos sentamos en el sofá después de cenar, con las niñas ya dormidas, el teléfono seguía encima del mueble.
Así que fue un día de desconexión total. Que aunque al principio cuesta porque estamos súper  habituados a estar conectados todo el día, la verdad es que va muy bien. Y ves el tiempo que perdemos a veces en redes que se lo quitamos a nuestros hijos, o a nuestras parejas. Así que yo animo a todo el mundo a probar a tener por ejemplo, un par de horas del día sin redes sociales. Veréis la de cosas buenas que pasan fuera de una pantalla.