lunes, 27 de febrero de 2017

CARTAS DE AMOR EXTRAVIADAS

Por mi trabajo, pasan cada día por mis manos cientos de cartas de un banco. Hoy, por error me ha llegado una carta sin remitente. Al abrirla he visto que era una carta de amor. No he podido evitar leerla, y me ha parecido muy bonita. Sé que esoy invadiendo la intimidad de esta pareja, desconocida para mi. Pero me ha parecido tan bonita, que quiero compartirla aquí.




Madrid, 24 de enero de 2017
(9 días sin Ana)

Es increíble la magia que desprendennos objetos. En este caso es una Hermes Diez, que debe ser como de los 80 y que rn contra de lo que estás pensando, no he encontrado en wallapop, sino rescatado de un rincón del garaje de Wily :)

Es también mágico escribir a máquina. Como decía Günter Grass ( a quien deberías leer ahora que vives en Alemania), te obliga a pensar las frases antes de escribirlas. No vale borrar y por tanto no se permite cambiar de opinión.

No me preocupan ninguna de las anteriores limitaciones, porque no pensaba cambiar de opinión en ningún caso.

Esta carta se iba a llamar "un día sin Ana", y los otros 8 han sido sólo lo que he tardado en conseguir una máquina de escribir y pedir cintas nuevas en Amazon.  Y son 8 días eternos, porque d"esde que cerré la puerta de tu piso alemán el quinze de enero, me di cuenta de que estaba loco al irme y dejarte allí sola ( o dejarme a mi sin ti, que me preocupaba aún más).

Aquí en casa se me va vaciando gradualmente la nevera ( y eso no importa porque me recuerda a nuestra vida juntos también), pero me faltan un montón de besos, los "ay dió, ay dió" de por las mañanas, los "ya estoy" (pero en realidad no estoy) también de por las mañanas, los trayectos en autobús ( y a veces andando) en los que no nos hacemos caso pero estamos juntos. Creo que en realidad me faltan muchos de esos momentos en los que no nos hacemos caso pero estamos juntos, y estoy empezando a pensar que a lo mejor no puedo vivir del todo sin ellos. Me faltan cenas de pie en frente del microondas, que me pidas que vaya a sentarme en el sofá de tu cuarto solo porque estemos juntos, o que te haga compañía mientras te duchas. Que opine sobre tu conjunto mañanero (aunque luego no me hagas mucho caso porque sabes que no tengo tan buen gusto para esas cosas) y que aún en nuestros peores días y estando agotados , sepamos que nos vamos a reencontrar en la cama y abrazarnos (5 minutos, díez,  a veces casi una hora hasta conciliar el sueño) que es el mejor momento del día.

Estos son algunos de los momentos más "intrascendentes" , y en estos días de soltería forzosa (y equivocada) descubro que solo estos momentos ya hacen mi vida mejor y me hacen echarte de menos.

Te quiero y me muero de ganas de verte. Te seguiré escribiendo a máquina como un preso o un enviado a la guerra, contando los días que quedan para que vuelvas :)

Un besazo enorme bellezón.

Alberto

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